Una animalada de ejercicio
Dentro de los beneficios fisiológicos, la última novedad es un estudio publicado recientemente que demuestra que los dueños de perros presentan mejor estado de salud general. La explicación: la obligación que crea el can de sacarlo a pasear todos los días implica una actividad física regular que resulta beneficiosa. De hecho, los responsables del estudio han establecido una relación cuantitativa entre el “beneficio para la salud” obtenido y el tamaño de la mascota. A mayor tamaño, mayor actividad física demanda el animal, y más largos serán los paseos. Un efecto fisiológico más llamativo aún es que el sistema inmunitario de los niños se ve favorecido y estimulado por la convivencia con animales, especialmente entre los cinco y ocho años, según ha demostrado una investigación publicada en octubre de 2014. Los autores encontraron que los niveles de inmunoglobulina A en la saliva, un indicador del estado del sistema inmunitario, eran un poco más elevados y, más importante, se mantenían mucho más estables a lo largo de todo el año, en los chicos con mascotas. La conclusión es que la exposición constante al potencial “foco de infección” que es el animal favorece el desarrollo del sistema defensivo del “amenazado”. Aunque en los anteriores estudios se definió una relación de causa-efecto entre la presencia de mascotas y sus efectos terapéuticos, en la mayoría de los casos esta relación es mucho más difusa, por lo que los médicos acuden, para intentar explicarla, a la importancia del vínculo emocional que se establece entre dueño y animal. Lo que nos conduce a los efectos terapéuticos emocionales. Estudios en esta área han permitido constatar que los niños autistas manifiestan conductas más sociales cuando hay animales de por medio; que la presencia de peceras ayuda a tranquilizar y a reducir los ataques de los enfermos de alzheimer; que tener una mascota contribuye a reducir los niveles de estrés y la probabilidad de caer en una depresión, etc. En este contexto, una investigación dada a conocer a principios de año aduce que los pacientes con esquizofrenia se muestran más motivados y responden mejor a las sesiones de terapia cuando en ellas participan perros. |
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